Exposición "Los Zagales, cruce de caminos"

Esta exposición tuvo lugar el 14 de octubre de 2017 en la acera de los Zagales, y del 16 al 20 del mismo mes en el Hogar del Jubilado. Con ella quisimos acercar a nuestros vecinos un pasado aún reciente que debido a los profundos cambios urbanos operados en este entorno resulta desconocido para muchas personas, especialmente para los más jóvenes, que no han llegado a conocer las construcciones más emblemáticas que dieron personalidad a este espacio y en torno a las cuales se desarrollaba una parte importante de la vida cotidiana de nuestros antepasados. Como en el caso de nuestra primera exposición en la Plaza, quisimos hacerla al aire libre, en el mismo entorno sobre el que trataba la actividad, para que los visitantes de la muestra tuvieran una visión más completa de la información y las fotografías antiguas contenidas en los paneles expositivos.

 

Fotografías del evento: 

 

Infografías que se expusieron (clicar para ampliar):

La fuente y su entorno urbano

El sitio y la fuente de los Zagales reciben su nombre del arroyo homónimo que por esta parte atraviesa Alcaudete (hoy ya lo hace embovedado) para continuar luego hacia el río San Juan.

A pesar de haber estado hasta el siglo XX extramuros de la Villa, este lugar siempre tuvo una gran significación para la vida local de nuestro pueblo por hallarse en la confluencia de los caminos reales de Jaén, Granada y Córdoba, siendo durante siglos paso obligado de viajeros y mercancías, lo que motivó la construcción de la Posada del Conde y de la fuente monumental actualmente soterrada, así como su elección como lugar idóneo para la celebración de la antigua feria de ganado. Además, por san Andrés había un concurrido mercado de cerdos.

Por otro lado, la ermita de San Roque y la plazoleta que la antecedía también eran escenario de populosas festividades religiosas, así como de otras manifestaciones culturales, como conciertos y recitales.

Con el siglo XX, la construcción de la fábrica de los Funes y de diversas residencias de las clases altas, como Villa Pilar o la casas de las familias Mumbrú y Merino del Castillo, fueron conformando los Zagales como un polo de expansión urbana, tal como se fue materializando a lo largo de la pasada centuria.

Este desarrollo, sin embargo, supuso la desaparición de la mayor parte de los hitos arquitectónicos que habían ido configurando este espacio a lo largo de los siglos.

 

El Parador del Conde

La posada, parador o mesón de los Zagales, también nombrado, sobre todo en otras épocas, como del Conde (por ser su explotación privilegio de los señores de la Villa hasta el siglo XIX), fue una de las construcciones de mayor envergadura de Alcaudete y llegó a ocupar en sus mejores tiempos un cuadrángulo de  unos 50 metros de lado.

Un parador propiedad de los señores de la villa, ruinoso en el día y casi sin concurrencia por la pérdida del camino real que en dirección de Granada a Madrid pasaba por la puerta, pero que fue magnífico en su clase y de dimensiones poco comunes en tales edificios.” (Diccionario de Madoz, 1845).

El edificio original fue restaurado en el año 1785, tal como rezan sendas lápidas conservadas en su interior:

A EXPENSAS DE DON JOSEPH ALVAREZ DE TOLEDO, DUQUE DE ALBA, MARQUES DE VILLAFRANCA, CONDE DE OROPESA Y DE ALCAUDETE. AÑO DE MDCCLXXXV

En junio de 1808 la posada fue escenario del levantamiento del pueblo de Alcaudete contra el ejército francés.

Durante la Guerra de la Independencia, es Alcaudete el primer pueblo de Andalucía que se alza en armas contra los invasores franceses, precisamente el día en que los ejércitos español y francés se enfrentan en la Batalla de Alcolea.” (Enrique López Ríos)

El siglo XIX supuso la decadencia del edificio, y fue entonces cuando los condes se deshicieron de su propiedad. En 1923 perdió definitivamente su función original, siendo una de las últimas personas que habían regentado el negocio Enriqueta Escuchas Baltanás. Sus patios fueron usados en ocasiones como improvisado coso taurino y hasta como cine. Poco a poco el edificio se fue parcelando, y hoy solo se conserva del edificio antiguo el tramo central de la fachada principal y la esquina exterior, de piedra, con el escudo condal, integrado en el moderno edificio del Hostal del Conde.

 

La ermita de San Roque

Siguiendo a Antonio Rivas podemos decir que la ermita de San Roque ya existía en 1511, siendo una de las advocaciones más veneradas por nuestros antepasados debido a que era invocado contra las epidemias, tan comunes en aquellos tiempos. En su interior se custodiaban las imágenes de San Roque, Santa Rita y Santa Lucía, que fueron destruidas en la Guerra Civil. Después Pilar Mumbrú costeó otras de los mismos santos. La imagen actual de San Roque se encuentra en el Calvario. En 1921 sirvió de capilla mortuoria de Antonio Romero Norzagaray, marqués de Romero-Toro, cuya familia fue gran protectora del edificio. En la plazoleta que había ante la ermita se celebraba la fiesta del santo el 16 de agosto, siendo una continuación de la Velada. Finalizando con los datos aportados por el cronista, podemos añadir que los últimos santeros fueron Facundo Álvarez Vico y su mujer, Ramona.

La ermita de San Roque contempló durante siglos el devenir de la Historia de Alcaudete, pero también fue testigo de la vida diaria y anónima de nuestros antepasados. He aquí una muestra, el 26 de mayo de 1804 fue bautizado en Santa María un niño que había sido abandonado la noche anterior a las puertas de San Roque, y que recibió en el bautismo los nombres de Miguel Roque, constando en la partida que: “el santero de Señor San Roque declaró lo halló pendiente de la puerta de dicha ermita metido en una espuerta, y que el dicho le echó el agua”. Fue su madrina Francisca Ximénez. (Archivo Parroquial de Santa María)

 

La fábrica de los Funes

El edificio fue construido en 1903, y sufrió varias ampliaciones. El extenso conjunto fabril incluía, además del molino, los departamentos de refinería, almacenaje, jabonería, carpintería y herrería, secadores de orujo, calderas, envasado y oficinas; a esto se sumaban el comedor, la antigua vivienda de Segundo Funes, un jardín, etc.

La fábrica que yo recuerdo parecía ser una edificación decimonónica o de principios de siglo. Las palmeras y la fachada de azulejos con la leyenda MANUEL FUNES E HIJOS. FÁBRICA DE ACEITES Y JABONES daban al edificio fabril un aire típicamente sureño. La alta chimenea, con el penacho de humo nublando el cielo, constituía uno de los hitos del paisaje qabdaquí. La sirena llamando a los relevos en el trabajo, celebrando el paso de la Virgen o clamando al cielo ante situaciones de emergencia, imponía su omnipresencia en la villa y su extenso campo.” (Rafael Canales Herrador, ‘Ajoblanco con granada para el sultán’)

El negocio familiar fue fundado por Manuel Funes Merino (1865-1944), que a principios del siglo XX creó la firma MANUEL FUNES E HIJOS como Sociedad Mercantil Regular Colectiva, para incorporar a sus dos hijos varones, Segundo (1889-1965) y José Funes Ortega (1893-1966), quedando los tres como gerentes, directores y administradores de la empresa en igualdad de condiciones.

En sus mejores tiempos los Funes fueron uno de los principales exportadores a América de aceite español, y consiguieron numerosas distinciones nacionales e internacionales.

Tras la quiebra de la empresa en 1979 la fábrica cerró sus puertas y en 1987 fue demolida, conservándose hoy solo la chimenea y algunos restos dispersos por el amplio solar.

 

La casa de los Merino del Castillo

Se trataba de un amplio conjunto de edificaciones que incluían vivienda de los dueños, molino de aceite, bodegas, pajar y transformador. En la segunda mitad del siglo XX se construyeron un jardín y la gran portalada de piedra con característicos garitones y almenas de remate piramidal.

Fue propiedad de Justo Merino Tejero y Eugenia del Castillo Infante, tía del presidente Niceto Alcalá-Zamora. Justo y Eugenia fueron padres de Rosario y de Luis, que se jubiló siendo Ingeniero Jefe de primera clase del Cuerpo Nacional de Ingenieros Agrónomos, tras lo cual fue condecorado con la Cruz de Comendador de la Orden Civil del Mérito Agrario.

El edificio fue demolido para construir el hospital.

 

Cartelería del evento

Cartel

Folleto